Sobre la exposición de PIEL – MURAL – COLOR - ESPACIO El atractivo sensual de las obras es evidente;
ideas cromáticas que muestran una relación entrañable
entre la forma y el color. Donde pareciese un flotar libre de colores, sin la
estructura organizadora de la línea, encontramos formas consistentes que son
cruciales en la estructura de las obras. Los formatos grandes, con un fácil traslado y
movimiento, a manera de mural
transportable, se integran al espacio, adhiriéndose al muro como una piel,
flexible y variable. Los formatos pequeños, íntimos, ideales para un fin visual
que hace referencia a su tamaño, son capaces de hacernos entender cómo funciona
el pigmento en el papel mismo, siendo que todas las piezas vuelven representativa
la interacción entre el soporte y el material pictórico. La creación de esta exhibición temporal, que intenta
revelar más que la simple suma de las partes, tiene un resultado sustancial y
materialmente distinto de lo que implicaría la aproximación única a cada obra.
El lugar está lleno, inundado. Ninguna estrategia clara fue articulada por
completo en el acomodo de las piezas, no obstante, la selección fue pensada específicamente
para el Foro R-38. Las obras, se encuentran dispuestas de la manera más sólida
y coherente encontrada para afirmar la energía del color con la forma y el
espacio que crea, misma que traslada al espectador la búsqueda de sentido y le
confiere la necesidad de examinar, interactuar y contribuir a un diálogo que
estimule y comparta ideas frente a lo que observa. En sus pinturas y dibujos, Adolphe Lechtenberg
intenta sustraerse de las influencias externas y contextuales que lo determinan;
sin embargo, me arriesgo a escribir que posiblemente
lo que exhibe es una referencia pura a sí mismo. La obra transmite un trabajo hecho con
empatía. El conjunto se siente humano, pensado. Se siente. Inés Maldonado Cabañas Claustro de Sor Juana Inés de la Cruz, Difusión
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